Hace poco tuvimos la suerte de poder disfrutar de un housesitting en el Algarve, la región más al sur de Portugal, llena de calas, playas salvajes y pueblos blancos salpicados de iglesias y casas de azulejos.
Este post está pensado para aquellos que tienen al menos 10-15 días para disfrutar del Algarve, pero antes de comenzar déjanos decirnos dos cosas:
- Lo positivo: el Algarve es una región sorprendente, bastante low cost y con muchos lugares interesantes
- Lo negativo: fue nuestro primer viaje allí así que no sabemos cómo era hace unos años pero hoy en día es MUY turístico. Esto, inevitablemente, le resta algo de encanto.
Ahora sí, te vamos a contar cuales son las 10 cosas que no deberías dejar de hacer, vamos… lo mejor del Algarve:
1. FLIPAR EN PONTA DA PIEDADE
Ponta da Piedade, un conjunto de acantilados, cuevas y calas de agua cristalina, es posiblemente el lugar que más nos impresionó de todo el Algarve. Tómate tiempo para recorrerla y disfrutarla al máximo.
Desde aquí, además, salen barquitos que te llevarán a ver las cuevas, los arcos de piedra y las playas desde otra perspectiva. Eso sí, no son precisamente baratos (12-16€ por persona).
2. RECORRER EL CASCO HISTÓRICO DE TAVIRA
Decidimos parar en Tavira de vuelta a España y fue todo un acierto. La ciudad resultó ser agradable, limpia y bonita, así que no te olvides de ponerla en tu wishlist portuguesa. Pasea por Rua da Libertade y por el Jardim Publico, visita las iglesias de la Misericordia y do Carmo, sube a las murallas del castillo y disfruta de las vistas sobre la ciudad y cruza su famoso puente romano. Nosotros no tuvimos tiempo para disfrutar de sus playas… volveremos!
3. BAÑARSE EN LA PRAIA DE BENAGIL
Benagil fue una de las primeras playas que visitamos y fue amor a primera vista. Desde aquí salen excursiones en barco (20€) que te llevarán a descubrir la cercana cueva de Benagil (famosa por sus aberturas en el ‘techo’) y unas cuantas cuevas más, repartida por toda la costa. Aunque si no tienes tiempo, ganas o dinero para la excursión, no te preocupes: relajarte en esta playa, bañarte en sus aguas o recorrer los alrededores a pies, es un gran plan!
4. CONOCER EL PASADO DE SILVES
Nuestros anfitriones de housesitting fueron tajantes: tenéis que ir a Silves. Dicho y hecho: nos fuimos a esta ciudadela medieval donde, en una mañana, recorrimos el casco histórico, nos unimos por unos minutos a la misa en la Catedral, subimos al castillo y nos enamoramos de unas cuantas fachadas de azulejos rosas, azules y blanco.
Para poner el broche de oro a una excursión genial nos fuimos a comer sardinas asadas y pollo piri piri al Monchiqueiro, entre el mercado municipal y el río. El menú del día cuesta menos de 8€ y es muy recomendable. Suele llenarse pronto, así que come temprano… o tarde! Si en cambio tienes ganas de pegarte un caprichito puedes comer en la Mariscaria Rui (R. Comendador Vilarinho 27), nos la recomendaron Maria y Francesco de Nuestras huellas el camino.
5. PASEAR POR LAGOS
Tenemos sentimientos contrastados en cuanto a Lagos: por un lado no podemos negar su atractivo, pero por otro, puf, ¡que agobio! Nos pareció demasiado, demasiado turística… aquello estaba lleno de turistas ingleses y la verdad es que le resta bastante encanto. Igual te recomendamos su visita, más que nada porque Ponta da Piedade y Praia da Doña Ana son dos visitas imperdibles… y están a pocos minutos del centro!
Fra y Maria nos recomendaron ir a comer a la famosa Casinha do Petiscos, pero tras estar en lista de espera más de 45 minutos y al ver que la cosa iba para largo, decidimos tirar la toalla y comer una cataplana en el cercano Bar Inna. Aquí, la cataplana para dos cuesta 24€, estaba buena aunque como fue la única que comimos no tenemos referencias para compararla. Tampoco fue un plato que nos hizo llorar de emoción así que te recomendamos ir a la Casinha do Petisco, donde dicen que se coma la mejor cataplana de Lagos (30€ para dos personas). Eso sí, considerando la cola que había lo mejor es ir a comer sobre las 12 o sobre las 15.
6. LLEGAR HASTA EL CABO DE SAN VICENTE
La ley de Murphy quiso que, el día en que queríamos ir a Lagos, a Sagres y al cabo de San Vicente, fue el único que nos llovió, así que a mitad de camino, en Lagos, decidimos no seguir con el plan inicial. No sé si hicimos bien o no, lo bueno es que tenemos un motivo más para volver y es que, llegar hasta el cabo de San Vicente es una de las cosas que hay que hacer en el Algarve sí o sí.
7. DISFRUTAR DE CARVOEIRO
Un pueblo pesquero que ha sabido hacerse un hueco en el corazón de los turistas: Carvoeiro es pintoresco y bonito, ¿demasiado turístico? Creemos que todavía está a tiempo para mantener algo de personalidad y no vender el alma para satisfacer al guiri-medio. Su playa es una parada imprescindible, así como recorrer el caminito de madera que une el pueblo a la Gruta Boneca, desde donde tendrás unas vistas impresionante a través de los dos ‘ojos’ de la cueva.
8. ENAMORARSE DE PRAIA DA MARINHA
Es una de las postales más típicas de todo Portugal, y si bien el Algarve está salpicado de playas impresionantes, nos quedamos con ella. La Praia da Marinha es uno de aquellos lugares que dejan boquiabierto gracias a sus acantilados, a los peñones y a sus transparentes aguas (y frias, brr!)
9. VISITAR ALGÚN PUEBLECITO ‘FUERA DEL MAPA’
No son los lugares más bonitos e impactantes del Algarve, pero sus pueblecitos, los que no salen en ningún listado, los que no son visitados por nadie más que sus habitantes, esconden una grata sorpresa: la autenticidad. Se muestran así como son y no pretenden enamorar al visitante y eso es todo un regalo.
Nosotros nos hemos alojado en Algoz, hemos visitado Alcantarilha (donde, por cierto, hay una capilla repleta de huesos y calaveras), Olhao (lleno de graffitis y street art) y una de las mejores comidas las tuvimos en Guía. Sal de la ruta marcada y déjate guiar por tu instinto!
10. EXPLORA LA GASTRONOMÍA DE LA ZONA
La gastronomía, para nosotros, tiene un lugar importante en cada viaje y en el Algarve podrás disfrutar de platos frescos, sabrosos y además bastante baratos. Portugal es sinónimo de bacalhau (puedes probar el de nata o el bacalhau a bras) y el Algarve no es una excepción, aunque nosotros lo recordaremos sobre todo por las sardinas a la parrilla, el pollo piri piri, aquel arroz con pato que comimos en Guía, por la cataplana de pescado y el arroz caldoso de marisco. Los precios varían según el tipo de restaurante y la zona (obviamente en los lugares turísticos las tarifas suben), pero puedes fácilmente encontrar platos del día por 5,50-6€ o menús con bebida+pan+postre por unos 7,50-8€.
Si no quieres que la cuenta suba un par de euros ten cuidado a los entrantes (pan, aceitunas, pates): los camareros te lo servirán en la mesa pero no son gratis.
Inevitablemente, como en cualquier lista, quedan fuera lugares que quizás merezcan un hueco… es el caso de Faro, de Sagres, de Albufeira o de la famosa Praia da Rocha. Próximamente publicaremos un listado con tooooodo lo que puedes ver y hacer en el Algarve, pero este es nuestro sincero top 10!
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