6 COSAS QUE VER Y HACER EN PAMUKKALE EN UN DÍA (O MÁS)

Si había un sitio que nos hacía especial ilusión visitar durante nuestro viaje a Turquía, ese era su “Castillo de Algodón”. En las fotos nos parecía un lugar mágico, de una belleza extraordinaria y diferente, y realmente fue así. Si tienes pensado pasar por este fascinante rincón cargado de historia, aquí te contamos 5 cosas que ver y hacer en Pamukkale . Porque ya te adelantamos que hay más que sus famosos travertinos blancos.

Qué ver y hacer en Pamukkale en un día

Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los enclaves más emblemáticos de Turquía, Pamukkale se visita perfectamente en un día. Y aunque no está cerca de nada, bien merece acercarse hasta aquí. Nosotros llegamos tras visitar la región de la Capadocia y antes de seguir hacia Éfeso.

¿Listo para explorar un sitio que bien podría encontrarse en otro planeta? ¡Vamos allá!

1. Pasear por el Castillo de Algodón, la mejor cosa que hacer en Pamukkale

¿Qué es exactamente el Castillo de Algodón? Bueno, no hay ni castillo, ni algodón, pero desde lejos, sin dudas, se lo parece. Pamukkale significa literalmente «castillo de algodón» y una vez llegas lo ves claro: es una formación geológica hecha de terrazas de travertino de un blanco impoluto (color que se debe al carbonato cálcico), donde se han formado unas piscinas naturales de aguas termales (35 grados aprox, aunque hay otras más fresquitas).

Aunque parezca raro, tratándose de un sitio UNESCO que debería protegerse, se puede caminar por las piscinas. Para ello debes descalzarte antes de sumergir los piececitos. Lleva cuidado porque hay zonas donde no es difícil pegar un resbalón con el que darse el primer baño terapéutico improvisado.

Eso sí, no te esperes “piscinas olímpicas”, las zonas que más cubre el agua llega a las rodillas. No te olvides las gafas de sol (el reflejo es criminal) y toalla, claro.

› ¿Cómo se formó el Castillo de Algodón?

Fue a causa de los terremotos y de los consiguientes movimientos tectónicos, bastante frecuentes en toda la región.

› Expectativas VS realidad

No todo luce como en Instagram, eso ya lo sabemos, pero en Pamukkale hay que tenerlo bien presente. Para empezar, suele haber muchísima gente (lo que inevitablemente le quita algo de encanto)… pero nosotros somos parte de esa gente, claro está XD

Además hay que destacar que en Pamukkale se desarrolló una infraestructura turística lamentable que casi acaba con esta maravilla natural. Muchos hoteles que antes estaban en los alrededores tuvieron la brillante idea de abrir sus propias piscinas de aguas termales y como resultado, casi secan por completo las piscinas del castillo de algodón!

Suerte que la UNESCO planeó un plan de recuperación que, afortunadamente, dio sus frutos, forzando el desmantelamiento de estos hoteles, que se trasladaron a una zona habilitada para ellos más alejada (por eso hoy los “mejores hoteles termales” ya no están allí).

El problema no está completamente solucionado (las cagadas del hombre duran unos cuantos años), por eso lo más probable es que te encuentres con unas cuantas pozas vacías (tienen que estar vacías para ser “blanqueadas” por el sol, ya que se habían vuelto opacas y parduzcas). De hecho hay zonas que se llenan vacían en el mismo día. Ojalá en unos años Pamukkale esté 100% recuperado. Más info aquí.

• Precio: 110 Liras Turcas

2. Visitar la antigua Hierápolis, otro imprescindible que ver en Pamukkale

La otra gran protagonista de Pamukkale es la antigua ciudad de Hierápolis, hoy en ruinas pero… ¡pedazos de ruinas! Ya me gustaría tener un cuerpo escombro así. Hierápolis fue una ciudad termal, romana antes y bizantina después, que en su momento se trató de uno de los enclaves más sugestivos del país. Y lo sigue siendo, a su manera.

En cuanto la visites caerás rendido a su encanto, gracias especialmente a la Puerta Bizantina, al Templo de Apolo, a la Necrópolis y por supuesto a su joya más preciada: el Anfiteatro. Construido en el siglo III d.C. este anfiteatro podía acoger a más de 10.000 espectadores y lo cierto es que impresiona bastante. No te lo pierdas por nada del mundo.

Otra parada clave aquí es el Museo Arqueológico. Se levanta en el edificio que antiguamente correspondía a los baños romanos y hoy alberga una colección de objetos, joyas y esculturas que se encontraron en el parque arqueológico y en los alrededores.

• Precio: 110 Liras Turcas

3. Nadar en la Piscina de Cleopatra

Puede que en tu hotel tengas piscina, pero seguro que no es tan guay como la de Cleopatra. Conocida también como Piscina Antigua (Antique Pool), esta piscina termal se encuentra al final del recorrido por el sitio arqueológico de Hierápolis, y es de acceso público… previo pago de entrada, eso sí.

Pocas veces podrás darte un chapuzón en aguas cristalinas templaditas, sorteando columnas dóricas y auténticas ruinas de templos de más de 2.000 años de antigüedad. Las instalaciones están bastante bien montadas, con vestidores, baños con duchas, zonas con restaurante…

Pero tenemos que avisarte de que pueda decepcionarte: la piscina es una verdadera pasada, pero probablemente te toque compartirla con mucha gente (no solo en la piscina, sino también en las mesas que la rodean, comiendo, de cháchara, mirando… ), así que si quieres un momento para ti solo, olvídate.

• Precio: 100 Liras Turcas

4. Alójate en un resort con piscinas termales

Aprovecha la ocasión para pasar la noche en alguno de los hoteles que cuentan con piscinas termales. Como te dijimos, estos hoteles tuvieron que desplazarse a una zona alejada para proteger el enclave natural, pero siguen obteniendo las aguas del manantial termal para llenar las piscinas de sus instalaciones.

Nosotros pasamos una noche en el Hierapark Thermal & SPA Hotel, pero no nos hubiera importado quedarnos varios días. Obviamente su punto fuerte son las piscinas termales exteriores, donde podrás darte un baño en aguas calentitas y beneficiosas para tú cuerpo serrano. Pero el resto del hotel también es una pasada.

Otros alojamientos con piscinas termales en Pamukkale son:

• Pam Thermal Hotel Clinic & Spa
• Richmond Pamukkale Thermal
• Polat Thermal Hotel
• Doğa Thermal Health & Spa
• Spa Hotel Colossae Thermal

5. Paseo en globo al amanecer

El día anterior a nuestra visita a Pamukkale Rober y sus tíos hicieron el vuelo en la Capadocia y, aunque creemos que los paisajes de la Capadocia son muchos más impresionantes, está claro que sobrevolar las nubes de algodón de Pamukkale debe de tener su encanto.

Así que si algún día volvemos a este icónico lugar de Turquía, lo mismo nos animamos a ver “la nube blanca desde las nubes”. Puedes reservar el vuelo en globo aquí (aunque quizás encuentres mejores precios contratándolo allí mismo).

6. Excursiones desde Pamukkale

¿Qué hacer en Pamukkale si tienes más tiempo? Cerquita de allí hay varias escapadas interesantes, estas son nuestras 2 propuestas:

› Laodikeia. Son las ruinas de una antigua ciudad romana, a unos 10 km de Pamukkale. Es un sitio arqueológico bastante más pequeño y sin dudas menos impresionante que Hierápolis, pero si te encanta el rollo “ruinas”, estamos seguros de que disfrutarás de esta excursión.

› Afrodisias. A una horita y media en coche desde Pamukkale se llega a otro sitio arqueológico de gran belleza: Afrodisias. Patrimonio Mundial de la Humanidad, esta antigua ciudad debe su nombre a Afrodita, la Diosa griega del amor y, de hecho, una de las visitas estrella es la de su templo.

¿Conoces más cosas que ver y hacer en Pamukkale? ¿Qué te ha parecido? Para nosotros es uno de los imprescindibles que visitar en Turquía y ojalá el despropósito ambiental sirva para que los hombres aprendan de los errores del pasado y lo cuiden como se merece.

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